El otro siniestro de McLaren

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La potencia del motor Honda aún está lejos de ser competitiva y en el equipo usaron una estrategia incomprensible con Jenson Button

El paso dado por McLaren en Australia, donde rozó el top ten en la calificación del sábado y logró la octava vuelta rápida de carrera (1:31.684) con gomas medias nuevas, parece haber estado basado en el nuevo chasis y en las soluciones aerodinámicas de última hora. El déficit, menor que el año pasado, parece seguir estando en el propulsor de Honda.

Si se mira a Mercedes, como les gusta hacer en Woking, la diferencia con la mejor vuelta de Rosberg es de 1,1 segundos con el mismo compuesto. La única pega es que Nico Rosberg logró la suya (1:30.557) en la vuelta 21 y Button en la 33. Los dos segundos siguen inalterables, pero esta vez son en carrera y no a una vuelta, como el año pasado.

«Vamos un poco justos de prestaciones en carrera. El coche se conduce bien y es un evidente parado hacia adelante, pero en ritmo aún nos falta un poco», explicaba Fernando Alonso una vez repuesto del susto de su terrible accidente en Albert Park.

El asturiano, a pesar de estar en pista sólo 18 vueltas, ya se dio cuenta de que sufren a medida que va avanzando la prueba y que no son capaces de adelantar a casi nadie.

McLaren se equivocó

Curiosamente, el accidente de Fernando perjudicó la estrategia de su compañero, que había entrado cuatro giros antes a cambiar gomas. Eso sí, para la reanudación en McLaren optaron por unos más optimistas superblandos que no venían a cuento.

La temperatura de la pista pedía medios -con rango de trabajo a menos grados- hasta el final, como hizo Mercedes. De esa forma, a las 10 vueltas debieron volver a cambiar gomas y siempre vivieron en el tráfico.

Es muy simple: si el motor no es el más potente no debes obligar a tus pilotos a adelantar continuamente como si fuesen Ferrari. De esa forma, Jenson sólo pudo superar a un Sauber y un Manor. La estrategia era la de Haas o Force India, que es correr con las armas propias.

«Mi coche no ha ido muy mal, pero creo que tomamos algunas decisiones estratégicas imperfectas», corroboraba Button con su diplomático estilo al terminar el primer gran premio de la temporada.

«La bandera roja nos afectó, porque ya habíamos hecho nuestra primera parada en boxes. Luego usamos los superblandos, que duraron diez vueltas, y luego usamos lo que todo el mundo había usado desde la resalida. A partir de ahí sólo podíamos remontar, pero no es fácil adelantar. Terminamos al final de un trenecito tras nuestra parada», relataba bastante frustrado.

Eric Boullier, sin embargo, le echaba casi toda la culpa al accidente.«Irónicamente, fue el coche de seguridad y luego la bandera roja provocada por el accidente de Fernando la que comprometió su estrategia de carrera, lo que le impidió ser capaz de pilotar para acabar en los puntos», valoraba el francés.

Boullier mantiene el optimismo

Luego pasó a otro punto negativo, como es que el MP4-31 tampoco es especialmente bueno conservando gomas como para llegar al final con dos paradas. «La degradación de los neumáticos fue también un problema para Jenson esta tarde», reconocía.

Para Boullier hay que mirar al futuro inmediato con optimismo. «En general, a pesar de que no hemos sumado ningún punto en Melbourne, estamos convencidos de que, con una sesión de clasificación menos confusa y una carrera sin incidentes, estaremos a estar en una posición para ganar puntos en próximos grandes premios».

El francés pone el punto de mira en la Q3: «Este año tenemos algo con lo que luchar y hay listas un par de mejoras previstas que nos permitirán estar compitiendo regularmente en la Q3. A partir de ahí la historia es diferente, puedes luchar por los puntos». La respuesta, en Bahréin en una semana.

Fuente: www.marca.com

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