Los Enderica y su legado en la natación

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Juan Fernando, Xavier, Santiago y Esteban Enderica Salgado y sus primos Gabriel e Iván Enderica Ochoa, por sus logros alcanzados dentro y fuera del país por más de 20 años, son sin duda los mejores exponentes de la natación del Ecuador; la tradición de esta familia se ha mantenido en lo más alto del deporte en el agua.

El apoyo de sus padres y la insistencia de que el deporte debe estar presente en la vida de todos, fueron los factores para que el primero de los cuatro hijos, Juan Fernando, comience a escribir la historia de los Enderica en la natación.

En 1989, aprendió a nadar junto a su hermano Xavier que en ese entonces ambos practicaban además el baloncesto, fútbol y tenis.


Poco después, las piscinas presenciarían el inicio del legado Enderica, Juan Fernando iniciaba sus participaciones a nivel de novatos en 1989, que con poca práctica, pero con muchas ganas de triunfar, alcanzó su primera medalla de oro en los 50 metros pecho y una de bronce en los 50 metros espalda. Con eso, se marcó un precedente para que Xavier, actual ministro de Deportes también comience con sus participaciones dentro del agua y que su apellido tenga más fuerza en la natación ecuatoriana. “Después del colegio, nos dedicábamos a cualquier actividad deportiva, siempre estábamos activos y junto a Xavier, hasta ese momento, la natación no era nuestra prioridad sino que nos gustaba estar en todo”, expresó Juan Fernando, quien, ahora considera que sus hermanos menores, superaron lo hecho por él y por Xavier.
Después, los triunfos se harían una costumbre para estos hermanos, principalmente con Xavier que fue el primer azuayo dentro de la natación en alcanzar un récord nacional y lo hizo en los 200 metros libres. “En esos tiempos superar una marca era algo inalcanzable, pero lo conseguimos y fuimos por más. Los campeonatos internacionales fueron nuestra prioridad y los logros vinieron por si solos. Participamos en Juegos Sudamericanos, Bolivarianos, Panamericanos y tuvimos campeonatos que ponían en lo alto al país, a la provincia y a nuestro apellido”, recordó el mayor de los braceadores. Otro de los logros, que más recuerda la familia Enderica es el campeonato sudamericano del máster alcanzado por Xavier.

Continuidad
Predicando con el ejemplo, y entrando en la historia de la natación; iniciaba la trayectoria de Santiago con cinco años, el tercero de los hermanos que con las recomendaciones de Juan y Xavier ya se inmiscuía en las piscinas que presenciaría grandes triunfos.
Para el nadador de 28 años, llevar el apellido Enderica implica un gran trabajo y esfuerzo, ya que ellos deben mantener la hegemonía dentro del agua. “Hemos evolucionado en el transcurso. Siempre he soñado con mi primer ciclo olímpico y para eso hemos trabajado. Mis comienzos fueron inspirados en mis dos hermanos ya que gracias a ellos vi lo necesario de estar en el agua y además para mí la natación es un seguro de vida”, indicó el braceador cuencano, además es el único ecuatoriano en llegar en el top-ten de un mundial de aguas abiertas 25 kilómetros.


Santiago, sigue adelante en su proyección aún no define hasta los cuantos años nadará, sin embargo es consciente que el legado debe mantener si bien dentro del agua o desde afuera siendo entrenador.
Para el braceador, todo el mérito es para sus padres, Fernando y Patricia ya que formar un deportista es duro y más aún tener a cuatro hijos en el deporte que han roto las marcas a nivel nacional e internacional. “Escogí esta disciplina, gracias a mis padres ya que ellos, fomentaban el deporte como un seguro de vida”, añadió.

La figura
Esteban, el menor de todos y considerado por sus hermanos, “Que el alumno superó al entrenador”, inició su carrera deportiva a los cinco años, pero al azuayo le tomó cerca de un año aprender la técnica, -el miedo por el agua era más grande que la piscina-, y poco después con los consejos de su entrenador compite por primera vez a los ocho años, en un interescolar logrando sus dos primeras medallas de oro y se abría camino a su experiencia que tiene ahora.
Después, con las ganas de triunfar y seguir los pasos de sus hermanos, asiste a la competencia de novatos, donde se inician todos los nadadores. En esta cita deportiva alcanzó nueve medallas, siendo el único braceador que hasta el momento haya logrado esta cantidad de preseas en un solo evento.


Aunque el palmarés del menor de los Enderica-Salgado es lleno de gloria, hubo una época donde los problemas llegaron para el nadador y los resultados fueron esquivos. Esto se debe a que los 11 años, enfrentó problemas personales, además existió un momento en que el azuayo ya no entrenaba lo necesario y aunque difícil de creer, Esteban no llegaba ni a los 10 primeros lugares. Pero esta mala racha llegó a su fin, después de que el entrenador cubano David Martínez, entrenador por dos años del braceador le aconsejó y los resultados regresaron por sí solos.

“Estuve con todas las ganas de triunfar y en esta temporada que no hacia las cosas bien, ya salí a mi primer campeonato Sudamericano que fue en Chile y desde entonces no he parado en mi carrera deportiva, además he estado presente en todos los campeonatos internacionales posibles. He sido el más beneficiado de mis hermanos, ellos abrieron el camino para mi carrera deportiva y gracias a ellos soy lo que soy.

Respeto mucho a mi hermano Juan, él entrenaba solo y eso es meritorio, él siempre ha sido el más exigente de todos, además destaco la entrega de Xavier y la disciplina de Santiago”, explicó el braceador local que ha asistido a las Olimpiadas de Londres 2012 y Río de Janeiro.
Por ahora, Esteban se enfoca en su recuperación de una lesión en su hombro, y desde febrero volverá a las piscinas para un torneo internacional y engrandeciendo el apellido Enderica, que mantiene la hegemonía de la natación ecuatoriana.

Iván Enderica
Las aguas abiertas, especialidad de Iván Enderica Ochoa de 25 años y su hermano y entrenador, Gabriel de 28 años, son otros de los nadadores que han dejado su apellido en lo más alto de la élite mundial, compartiendo la tradición de sus primos.
Iván, el más influyente en aguas abiertas, da sus inicios a los cinco años por la motivación de sus padres y siguiendo los pasos de su hermano Gabriel que ya estaba dentro de las competencias en esta modalidad. Incluso en 1996, el mayor de los Enderica Ochoa ya entrenaba junto a sus primos, Santiago, Juan y Xavier para eventos internacionales.
Cada año, los logros se han convertido en algo cotidiano para esta familia, iniciando desde las medallas a nivel escolar a sus ocho años, en 1999 y después destacando su primera medalla a nivel internacional, alcanzada en la Copa del Pacífico en el 2006, en la prueba de los 400 metros en Viña del Mar, y su primer oro en aguas abiertas lo logró en el 2009, en el sudamericano juvenil de Argentina en los cinco kilómetros.
El sueño de la familia se cumplió y así lo explica el ocho veces campeón de la travesía al Lago San Pablo, celebrado en Ibarra, ya que la clasificación a sus primeros Juegos Olímpicos donde se efectuaron en Londres será recordado por toda su carrera y donde se ubicó 26.

Decisión
Aunque todo era lleno de logros y felicidad, el momento más difícil para el braceador azuayo fue cuando cumplió con una sanción de un año por doping. Sin embargo esto fue afrontado con valentía por Enderica Ochoa y regresó con más fuerza a cumplir con su segundo ciclo olímpico. “En esos momentos pensé en retirarme, pero todos me apoyaron y salí de estos problemas”, explicó.
Para Iván, el clasificar a Río 2016 fue un trabajo arduo y complicado, pero el logro que destaca él, es el tercer lugar en el campeonato preolímpico cumplido en el Zetubal, Portugal. “Esta medalla de bronce, es el logro que más me costó en toda mi carrera. Estuvieron los mejores, incluso el campeón olímpico estuvo presente y yo quedé por delante de él. Esto fue necesario para clasificar a Brasil, donde me ubiqué en el puesto 16, siendo el segundo mejor sudamericano en aguas abiertas”, explica el nadador de 28 años, quien además cursa la carrera de administración de empresas en la Universidad del Azuay.
El sueño, para el cuencano persiste, pues conseguir una medalla olímpica sería el tope de su carrera, pero es consciente lo que eso significa y desde ya se prepara para su regreso al agua y su tercer ciclo olímpico, esta vez para Tokio 2020 y lo hará en la copa Mundo de aguas abiertas en Vietma, Argentina establecida para febrero.
Todo en beneficio del deporte, Iván todavía no ha decido cuándo retirarse, pero su objetivo es encargarse de la escuela de natación que lleva su nombre y además integrarse en la dirigencia deportiva. “Todavía me falta mucho por cumplir, peor considero que estamos en nuestro mejor momento, y trabajaremos por mejorar”, finalizó el braceador de aguas abiertas. (IAA) (D)

Cuenca. 

Fuente: www.eltiempo.com.ec

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