Kylian Mbappé quiere salir de la encrucijada en la que él y su padre se metieron dos años atrás. Busca una solución, pero sabe que su futuro depende única y exclusivamente de los propietarios del PSG, que sin su consentimiento no tendrá otro remedio que continuar en el equipo francés una temporada más. El Real Madrid le espera, pero deberá ser Mbappé el que proceda a moverse más todavía. Lo hecho hasta el momento no es suficiente.
El punta está poniendo de su parte. Y lo demostró al término del partido que enfrentó a Francia con Andorra. El delantero, lejos de ocultarse y pasar inadvertido, se dejó ver e incluso hasta se mostró bromista y cercano. Primero habló con la prensa francesa, pero se limitó a comentar lo sucedido en Comunal del Principado y el momento de su selección tras recuperar el pulso perdido.
El show llegó en el momento de pasar por delante de los enviados especiales de los diferentes medios de comunicación españoles. En el primero de sus paseos se mostró esquivo y serio, pero después cambió su discurso, hasta parecerle gustar el juego.
La pregunta se repetía en cada aparición suya. Mejor dicho, eran más comentarios que demandas. El juego no era otro que pronunciar el nombre del Real Madrid y esperar la reacción. A la segunda saltó. «¿Otra vez preguntáis por lo de siempre?», preguntó tras escuchar el nombre del equipo blanco, pero ya con una sonrisa en la boca.
Fuente: www.marca.com
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