Nadal, Federer y Djokovic… ¿Los veremos en 2030?

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Hace unas semanas Ni Xialian fue noticia. Se trata de una jugadora de tenis de mesa que consiguió plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al conseguir el bronce en la prueba individual femenina de los Juegos Europeos ¿Por qué ha sido noticia un hecho que, normalmente, queda relegado a los resultados técnicos o en forma de número anónimo, a los recuentos de plazas olímpicas. Porque Ni Xialian ganó su plaza con 55 años y competirá en Tokio con 57. Y lo ha conseguido en un entorno plenamente competitivo.

Ni Xialian es, todavía, un hecho atípico pero ¿podría ser, en realidad, una pionera? Antes de entrar en estudios científicos, vayamos a las percepciones. Ni, en realidad, es una sucesora pues en su propio deporte sucede a otro tenista que ha batido atípicos récords de longevidad, nuestro He Zhiwen ‘Juanito’. Y ambos se inscriben en una tendencia a una creciente longevidad deportiva. Hace no demasiado tiempo un futbolista de 30 años era veterano y a los 35 extrañaba que no se hubiera retirado, salvo si era portero. En cambio, en la pasada temporada el promedio de la Primera División española fue de casi 28 años. Por extensión, en las tablas de presencias en Juegos Olímpicos, las cifras de deportistas con múltiples entorchados crecen y crecen…

A nivel social, es evidente tanto el incremento de la longevidad de la población como la mejoría general del estado físico lo que da lugar a nuevas problemáticas sociales. Si llevamos este apartado a un entorno especializado como el deporte de élite el resultado está a la vista como imagen fija pero, analizando las tendencias que han llevado a ella, quizá pueda anticiparse un desarrollo.

En el tenis masculino, la imagen fija habla de que el dominio de Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer es incontestable y sostenido en el tiempo Si nos fijamos en el Wimbledon recién finalizado -y haciendo excepción del lesionado Andy Murray, aún a medio camino de incorporarse al ‘big three’- hay que remontarse a Lleyton Hewitt, en 2002, para encontrar a otro campéon. En el caso de Roland Garros -la excepción aquí es Wawrinka– nos tenemos que ir a 2004, con Gaudio. En el Open de Australia -aquí se coló también Wawrinka- hasta 2005 con Safin. El US Open ha sido más abierto, pero desde 2003 (Roddick), sólo se han colado Del Potro, Cilic y de nuevo Murray y Wawrinka.

El hecho ya lo tenemos. Queda la pregunta ¿Cuánto tiempo más puede prolongarse en el tiempo este fenómeno? Cada vez que Nadal, Federer o Djokovic ganan un Grand Slam proliferan las bromas en las que se les presenta ganando aún con 50 y 60 años. Ahora bien: cabe preguntarse si tal cosa dejará en algún momento de ser ‘broma’.

Vámonos al año 2003. La pregunta entonces era cuanto tiempo podría el discolo y prometedor Roger Federer mantener bajo control su mal genio. O a 2006, cuando se daba por seguro que Rafael Nadal no llegaría a los 30 años jugando porque su físico no aguantaría el desgaste al que le sometía en cada partido. O a 2009, cuando mucha gente -con excepciones como Toni Nadal– pensaba que Djokovic era apenas una excepción para el dominio entre Rafa y Roger.

Ha pasado una década. Federer controla su carácter. Nadal ha cambiado de forma de jugar y ha superado un historial médico que más parece un catálogo de lesiones. Nole se metió entre los grandes, salió un tiempo y ha vuelto. A todos los tenistas -y a todos los deportistas, y a todos los seres humanos, por otra parte-, al final, les acaba retirando en última instancia el físico, pero como estamos viendo, las técnicas y procedimientos para mantener la competitividad más allá de lo que hace no demasiado era previsible, no sólo ofrecen ya excelentes resultados sino que evolucionan. En ese sentido el horizonte de la decadencia física se aleja. Queda la barrera emocional, pero en el caso del trío que nos ocupa esta no parece todavía estar a la vista.

En el mundo del tenis, además, el circuito permite que un tenista que se mantenga competitivo al máximo nivel –lo que no es poca exigencia– pueda mantenerse en los puestos elevados del ránking aún jugando relativamente pocos torneos lo que es otra evidente ayuda a la longevidad deportiva. En los últimos 12 meses Nadal, Federer y Djokovic han jugado 16 torneos. Thiem, 23; Zverev, 24, Tsitsipas, 28; Nishikori, 22;  Khachanov, 26; Fognini, 24; Medvedev, 26…

Así las cosas… ¿Bromeamos cuando hablamos unos Nadal, Federer y Djokovic cuarentones y vencedores? Pues la verdad, yo no me atrevería. A ‘Shine a Ligth’, la película de Martin Scorsese sobre los Rolling Stones la recuerdo un tanto decepcionante en un primer acercamiento, pero cuando se aprecia que entre tema y tema se intercalan entrevistas en las que, desde los años 60, se les preguntaba por la retirada ya va cobrando un sentido más concreto. La peli, por cierto, es del año 2008.

Fuente: www.marca.com

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