Con un cierto desinterés por el «glamour del fútbol profesional» y sin ser un gran hincha del deporte al que se dedica, el islandés Ragnard Sigurdsson es un muchacho contracorriente fuera de los terrenos de juego, algo que no le ha impedido ser uno de los defensas más sólidos de esta Eurocopa-2016, antes de enfrentarse al anfitrión Francia el domingo en los cuartos de final.
«El material más duro del mundo: Ragnar Sigurdsson»: el actor islandés Bjorn Bragi Arnarson no fue el único impresionado por la actuación del central de 30 años ante Inglaterra en los octavos (2-1). Un gol, centros peligrosos y sobre todo un gran papel en su área para desesperar a Harry Kane y Jamie Vardy en ese partido de Niza, ganado por sorpresa por la revelación islandesa.
El jugador del Krasnodar, donde juega desde 2013 tras iniciar su carrera en Suecia y Dinamarca, siempre ha militado en países fríos, que le han curtido en un fútbol físico y acostumbrado a entornos hostiles.
«Ragnar Sigurdsson es famoso en Islandia porque no ve mucho fútbol», explica a la AFP un hincha de la selección sorpresa del torneo. «A veces ni conoce los grandes nombres del fútbol y a todo el mundo le gusta ese aspecto de su personalidad», apunta.
«¿Mario qué?»
En 2013, antes de jugar ante Croacia en la repechaje de clasificación para el Mundial, Ragnar admitió que no conocía a Mario Mandzukic. «No estoy bromeando, nunca vi jugar a ese tipo. Es del Bayern, ¿no? No veo mucho la liga alemana», declaró.
Ese desinterés por el fútbol es real y no simple pose para un jugador que lleva el nombre de un rey escandinavo legendario, fallecido al ser arrojado a un foso lleno de serpientes. Si se trata de ver competiciones por televisión, Sigurdsson prefiere el balonmano o los deportes de combate extremo. Aunque si puede elegir, casi prefiere las series de televisión.
«Se ríe de la fama y del glamour del fútbol profesional. Tratará a Wayne Rooney y a la persona que lava las camisetas del equipo con el mismo respeto. Es muy sincero. Los periodistas islandeses lo adoran porque dicen las cosas como son», explica Bjorn Bragi Arnarson a la AFP.
«Está relajado fuera del terreno de juego, pero se toma su trabajo como futbolista muy en serio», apunta este actor.
Sus cualidades como defensa y su concentración convencieron al coseleccionador Lars Lagerback para hacer de él una pieza indispensable. Antes no era titular.
Rap, Skolarapp!
¿Su punto fuerte? No tiene miedo. «Tenemos una especie de orgullo islandés que hace que no nos inclinemos ante nadie», declaró después de haber eliminado a Austria. «Claro que sí, cuando ves por televisión a un jugador como Iniesta valoras su talento. Pero si me enfrento a él, me da igual», dijo.
En su libro ‘Afram Island’, ese último confirma una curiosa anécdota: durante un crucial partido de las eliminatorias, contra Holanda en Ámsterdam, el defensa tenía en la cabeza «el rap del colegio», una canción popular en Islandia durante la década de 1990.
«Comencé a cantar en el hotel y se le quedó en la cabeza a todos», explica el jugador, citado en el libro. «Llegó ese partido y no me acuerdo de nada, sólo que comencé a cantar en mi cabeza: Rap, Skolarapp! ¡Me estaba volviendo loco!», añadió.
Pero ni eso pudo desconcentrar a la roca de Islandia. (D)
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